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Estoy listo para cumplir mi sueño, tengo la preparación física, el equipo, el apoyo de mi familia, pero lo más importante, tengo las ganas. La vida es muy corta para pasar el tiempo sentado frente a una pantalla, no busques pretextos busca la oportunidad de realizar tus sueños.

Empieza la Aventura

8 de Marzo del 2015

 

Después de tanto tiempo de planeación y preparativos, al fin llegó la hora de empezar a pedalear. Por supuesto la despedida fue ten emotiva que esa primera escala la recorrí casi únicamente con la energía transmitida por familiares, amigos y hasta desconocidos que se acercaron a brindarme una palabra de aliento. Nunca imaginé que el proyecto cobrara tales dimensiones en cuanto a difusión, ya que en el evento hasta me entrevistaron los medios, y personas de la Presidencia Municipal de Ramos Arizpe, Coah., se enteraron casi a último minuto y solo lograron apoyarnos con algo de logísitca del evento y con una patrulla que me escolto hasta la entrada a la autopista a Monterry, N.L.

Hasta ahora todo ha sido no menos que excelente. El pedaleo de Ramos Arizpe a Monterrey tiene algunas cuestas pero mayormente es bajada, ya que hay una diferencia de 600 metros de altura sobre el nivel del mar. 

Hice pocas pardas para tomar agua y descansar, llegué a la s 5:00 p.m. a mi destino, que dicho sea de paso es la casa de  mis tíos Yola y Paco, que me recibieron con la cálidez que los caracteriza, hasta hicieron carne asada por mi visita y me volvieron a "inyectar" de buenos deseos y emociones.

Continúo mañana hasta China, N.L o General Bravo que son como 120 km.,  tengo que aprovechar bien el tiempo...

 

 

 

¿Sedentarismo? No por ahora.....Gracias!!!!

10 de Marzo del  2015

 

Y es que ahora que inicia mi vida "nómada" van surgiendo tantas sensaciones y experiencias que tenía ya olvidadas. Tan sólo pensar en los sentidos me hace apreciar como cada uno de ellos paulatinamente se va amplificando de manera que pasan los kilómetros. Para empezar me he  olvidado de mis lentes por tantas horas frente al computador o la televisión los necesitaba para ver de lejos o de noche...la naturaleza no necesita lentes para apreciarla. He sabido de cicloviajeros con serios transtornos visuales que igual disfrutan su viaje y hasta posiblemente lo aprecian más que los "no" limitados. Cierto el dicho que dice: "¿Quieres apreciar algo de verdad? Imagínate sin él".

Los olores...yo creo que es mi sentido favorito porque es el que te ejercita la imaginación y te estimula la memoria con recuerdos que ningún otro sentido te hace experimentar.

Al llegar a Los Ramones y a General Bravo dos pueblitos pintorescos de Nuevo León, al irme acercando a la Plaza Principal me dí cuenta que con la húmedad y en vísperas del inicio de la primavera los brotes de azucenas me reciben con su olor característico, como diría Nezahualcóyotl: "enervante de verdad"

Estando afuera, viajando en bici, el oído cobra más importancia que la que imaginamos, en carretera puedo percibir los vehículos que vienen a mis espaldas desde yo cálculo unos 500 metros, eso me da bastante oportunidad de hechar un vistazo al retrovisor. Ni se diga de dormir en medio de "la nada" que se escucha algún animal a lo lejos, cazando o vaya Dios a saber qué.

 

No por nada llevamos como sedentarios unos cuantos años, es por eso que redescubrir el placer de usar los sentidos en el más puro contacto con la naturaleza me ha traído de vuelta a este mundo maravilloso. 

Estos días han sido húmedos, más del 90% y eso obviamente se siente...en el cuerpo, la ropa, el equipo, todo. Sin embargo termina uno por acostumbrarse, una de mis dudas al empezar este viaje era si podría sobrellevar el tema de la higiene personal al no tener un baño disponible en cualquier momento, sin embargo no tengo ningún problema (hasta ahora) pues generalmente estoy haciendo algo que me permite no prestar atención a las comodidades de casa.

 

A mi llegada a Los Ramones y después de media hora de buscar donde pasar la noche, le pregunte a un encuestador del INEGI quien alegremente me invitó a quedarme en una casa que esta prácticamente terminando de construir.

Al parecer el buen samaritoano hace esto de dar posada con cierta frecuencia ya que me dijo que la casa se la cuidaba un nicaraguense "buena gente". Y es este el personaje que llamó mi atención. Señor de 60 años, delgado, en buena forma, con el rostro curtido de Dios sabe cuantas penurias. El señor se llama Richard  y al estar prácticamente sólo en la casa, estaba ávido de platicar con alguien y encierta forma yo fuí todo oídos de lo que tenía que decir. Richard es un inmigrante de Nicaragua que ha vivido de todo, desde una enfermedad renal que le cobró cas ila vida por tomar agua sucia en el desierto en una de sus travesías hacia el norte. Hasta sus años mozos en los que se unió a la guerrilla nicaraguense y posteriormente formara parte del Estado Mayor de Violeta Chamorro. En los apoyos que recibio como guerrillero por parte de países comunistas, se trasladó a Cuba para recibir capacitación y cuando finalizaron el adiestramiento el mismismo Fidel lo felicitó en persona.Señor muy pulcro y culto pues se desenvolvía particularmente con modales refinados. El tiene asilo político en Estados Unidos pero quiere regresar a su natal Nicaragua porque nunca se sintió cómodo dentro de la cultura "gringa".

Tantas cosas que me platicó Richard...mi personaje de hoy.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En Estados Unidos...y lo que falta por recorrer

17 de Marzo del 2015

 

El  último día en mi México lindo y querido fue el 11 de Marzo, donde tuve la fortuna de llegar a casa de una familia en Reynosa, Tamaulipas, una familia bastante peculiar, Elizabeth de Maine, USA y descendiente de italianos; David de Guerrero, Mex., y sus hijos Ethan y Priscila nacidos en Estados Unidos, agradecido de su hospitalidad ya que después de una lluvia que me toco en el camino necesitaba un buen baño y descanso, gracias a personas como ellos, hacen mi camino más agradable.

 

En el puente internacional de México a USA,  al pasar por migración y pedir mi permiso de internación me pidieron documentación que no tenía y que tuve que conseguir, pero cuando regrese a la segunda entrevista sólo me solicitaron algunos datos y obtuve mi permiso "sin chistar"...cosas de la burocracia.

 

Una vez en McAllen le pedí albergue a buen amigo que tenía tiempo de no ver. Marvin  y su familia me recibieron y me hicieron sentir como en casa, hasta nos costó terminar la plática para que cada quien continuara con sus ocupaciones. Esto me demuestra que el tiempo y la distancia no acaban con los buenos amigos.

 

Continuó mi viaje hacia Portland, Tx., haciendo una escala en Falfurrias, Tx., para acampar, en donde me autorizan a pasar la noche en los jardines de una escuela, con lo que yo no contaba es con el sistema de riego, que encendió a las 11:00 de la noche y cuando me dí cuenta ya era demasiado tarde para levantar el campamento, pero como si hubiera un ángel que programó los aspersores, cuando el chorro de agua se dirigia hacia mi tienda de campaña se detuvo a unos pocos centímetros y volteó su trayectoria de regreso..Ufff... de está me salvé... sin una sola gota!!!!

 

 Al día siguiente incié mi recorrido muy temprano, 6:00 de la mañana, todavía estaba oscuro y ya en la carretera caí en cuenta de lo peligroso que esto podría ser, así que me detuvé y espere el amanecer, tenía prisa por iniciar mi recorrido ya que para llegar a Portland, Tx., donde me esperaba mi anfitrión calculé como 130 km, los cuales se convirtieron en 147 km, sin contar que tuve que lidiar con el paso de un grandísimo puente que conecta a Corpus Christi con Portland y como el paso peatonal es tan angosto no puedo ir arriba de la bici, así que con unos 5 cm de espacio entre las alforjas y los lados del puente tardé como 45 minutos en cruzarlo. Ya de bajada, use de riel el pasamanos con mi brazo de manera que la bici no golpeara a los lados, no sin algunos rasguños en alforjas y la manga de mi playera. El sufrimiento se vio compensado con el recibimiento de Betty Smith, mi anfitrión que me recibió con las puertas abiertas, después de dos noches de reparador descanso, continuo mi viaje motivado, aprovechando los lapsos sin lluvia para pedalear.

 

Ya en la noche en otro pueblo de Texas, en donde me permitieron acampar en una área de descanso me doy cuenta de la gran cantidad de gente buena que existe en este mundo y se toma el tiempo para recibirme en su casa o simplemente saludarte cuando vas por el camino y ofrecerte algo de comer. Como dice la canción "What a Wonderful world"

 

 

 

 

 

Sigo en el camino

27 de Marzo del 2015

 

Han pasado ya algunos días desde que escribí la última vez, y es que la vida en carretera, en movimiento o viajando es más ocupada de lo que se pudiera imaginar. Hasta hoy que he decidido "tomarme el día libre" para descansar y hacer lo que regularmente se me complica por andar viajando.

Hoy voy a hablar un poco de los acoples que al iniciar cualquier quiebre de vida se dan inevitablemnte, por ejemplo: iniciar un matrimonio, cambiar de trabajo, de lugar de residencia, iniciar una carrera o  inmigrar. Todos los anteriores de alguna manera con connotación positiva, sin embargo también los hay en un divorcio o la muerte de un ser querido.

En mi caso  con apenas tres semanas en ruta, son diferentes los acoples que he tenido que enfrentar. El más importante creo yo es la emocional, por el hecho de que no tengo a mi familia cerca, tengo que acoplarme a mantener la comunicación, incluso más estrecha que de costumbre. Todos los días tratamos de hablar por teléfono o videollamada, de esta manera se mantiene el lazo afectivo lo más estrecho posible.

También he tenido que acostumbrarme a la actividad física mucho más intensa que de costumbre. Como ya no soy un veinteañero obviamente mi cuerpo no responde igual. Tengo que ser cauteloso en las horas que dedico a la actividad física porque hay un delicado balance entre el descanso, la alimentación y el ejercicio. Si uno de los tres empieza a pesar más, el cuerpo lo resiente inmediatamente.

El acople que he tenido con mi bicicleta ha sido particularmente peculiar, antes yo tildaba  de locos o inadaptados a quienes hablan con sus objetos.... ahora empiezo a enteder mejor. Mi relación con mi bici ha sido hasta cierto punto romántica, tan sólo pensar que sin ella no iría a ningun lugar... A ninguna parte!!!!

Ella me empezó a "hablar" desde el primer día..y me costó trabajo entender, pero pasando los días empecé a afinar el oído y las sensaciones para detectar cualquier "dolor" en las ruedas, frenos, pedales, cadena, transmisión...etc... Hoy día es mi recurso más valioso para el propósito de mi viaje y en mucho menor medida pero la analogía bien vale la pena: Mi bici es a mi viaje, lo que mi esposa es a mi vida.

Y ya sé...me he puesto demasiado cursi, pero es lo que pasa cuando se tiene un contacto mucho más estrecho con uno mismo, con un estilo de vida que no tiene nada que ver con los estereotipos ya establecidos. No digo que sea bueno o malo, pero lo que si recomendaría a los seres que más quiero es que lo intenten por lo menos una vez en la vida, y no tiene que ser tan drástico como en mi caso, en cada uno funciona de una manera diferente. Tal vez para alguien sea lo suficientemente enriquecedor participar o emprender cualquier actividad que realmente le apasione y esta pude ir desde aprender a jugar golf hasta escalar el Everest.

En fin, otro acople que he recibido con mucha alegría dado que mi personalidad que es más bien introspectiva, es el contacto con la gente. Bien me comentó alguien que en este tipo de aventuras hasta el mas introvertido se "fuerza" a ser extrovertido para lidiar con la cotidiandidad del viaje.  Es íncreible lo que uno puede hacer y aprender cuando sale de su zona de confort.

Mi viaje continua, mis aprendizajes también, sigo adelante con más fuerza y con la mente abierta.

 

 

ÁNGELES EN MI CAMINO

5 DE ABRIL DEL 2015

 

Los momentos que estoy aprovechando para dedicar un tiempo a escribir son los que tienen que ver con mis estancias en parques nacionales o estatales. En esta ocasión he llegado por dos días a Buccaneer State Park, a un lado de la costa del Golfo de México, en el estado de Mississippi. Como fue fin de semana largo por Semana Santa, el lugar estuvo lleno hasta el domingo a mediodía.

 

Desde Lorraine Park he pasado por algunos lugares en lo que he sido recibido por personas maravillosas, en Lafayette, Louisiana me hospedaron dos familias que me ayudaron mucho con sus consejos acerca de la ciudad y de la zona, sin mencionar los apoyos ya acostumbrados de techo, comida, baño, etc... luego me dirigí hacia un poblado cercano a Franklin, Louisiana, en donde me recibió una pareja que también me brindó toda la hospitalidad posible y además me mostraron su taller de vitrales y me explicaron un poco las técnicas  que usan y como llevan el negocio, un proceso muy interesante.

 

Posteriormente me dirigí a Nueva Orleans, un poco inquieto ya que las solicitudes de hospedaje que había hecho no me las respondían aún. Sin embargo antes de llegar a Houma, Louisiana, me topé con un ciclista en dirección contraria a la mía y nos detuvimos para saludarnos, le comenté que iba a Nueva Orleans y sin dudarlo me ofreció alojamiento en Houma, a lo que alegremente acepté, lo cual agradezco mucho porque pasamos muy buen tiempo cenando en un lugar de comida tailandesa y cervezas de todo el mundo, buena comida,música, cervezas, pero sobre todo buena compañía: Ray Allen, mi anfitrión espontáneo que resultó ser un ávido ciclista, retirado de la compañía UPS y dedicado ha hacer  lo que siempre quizó: tours organizados para 15 personas o menos a distintos lugares del país, cuenta con un camión de soporte en el que llevan todo lo necesario para pasarla más que bien. Ojala un día pueda acompañarlo en uno de estos viajes. 

Ray al día siguiente me acompañó en su bici durante más de una hora en mi camino a Nueva Orleans, nos despedimos con un gran apretón de manos. Gran tipo Ray.

 

Como todavía no tenía confirmación de ningun anfitrión  para quedarme en Nueva Orleans, le pedí a Cecy, mi esposa, que me ayudará a reservar en un hostal, lo cual en víspera de Semana Santa se nos complicó un poco.

Finalmente conseguimos un hostal en el que me pude hospedar por una noche y las siguientes dos noches me recibio un familia que a través de contactos en Saltillo pude conocer.

 Aquí es donde hago una pausa para describir un poco la gran experiencia que es conocer Nueva Orleans...Bella ciudad con mucho color y "folklore" en todos los sentidos!!!! Arquitectura victoriana del siglo XIX predominan, pero con el toque colorido local. Artistas callejeros y no sólo de jazz, sino de blues, rock, country, además de  pintores, galerías, carruajes, gente en bicicleta. En fin, sin duda Nueva Orleans es mucho más de lo que se pudiera ver en películas o noticias. ¡Mucho más!

Me voy con un agradable sabor de boca por la ciudad que acabo de conocer y también por la hospitalidad de mis anfitriones, quienes al saber de mí se ofrecieron con alegría a ayudarme. Bella familia cristiana que me hizo reflexionar nuevamente cuestiones personales de mi espiritualidad. ¡Gracias familia Olivo!

 

Debido a que por estos lugares lo que sobra en el paisaje de la zona es el agua, pues el río Mississippi y el Golfo de México hacen una serie de afluentes, canales, lagos y presas, contribuyen a que la infraestructura carretera este plagada de puentes con los cuales no me he llevado del todo bien hasta ahora, anteriormente ya había tenido un buen susto por intentar cruzar uno de estos puentes en el que el acotamiento desapareció y le prometí a Dios que si salia de está no iba a volver a intentar cruzar de esta forma.  Justo una hora después de despedirme de Nueva Orleans, tengo frente a mi el primer gran puente sin acotamiento, me acerqué para evaluar si era viable cruzarlo y decidí mejor pedir "aventón", sólo para cruzarlo... pasó más de 40 minutos y nadie se detenía, pero como ya me lo había aconsejado mi hijo, decidí tomármelo con calma. Sabía que de alguna u otra forma lo iba a cruzar, así que me relajé un poco, deje de pedir "aventón" y abrí una bolsa de papas fritas, cuando terminé escuché que una camioneta usó el calxón, a lo que no le dí importancia pues iba en sentido contrario al mío.... De pronto la misma camioneta se detuvo junto a mí...sin ni siquiera pedirlo!!!! Se bajó un señor que se ofreció a ayudarme a cruzar el puente, le agradecí y empezamos a subir las alforjas a la camioneta y cuando me vio un poco apurado subiendo todo, me dijo: "No te preocupes, toma tu tiempo, sabes que de alguna u otra forma vamos a cruzar ese puente, verdad??? Para mi, esto fue una señal de Dios, mandándome otro ángel en mi travesía... finalmente no sólo me ayudo a cruzar ese puente sino uno más que estaba 10 kilometros adelante, siendo que el señor John iba en dirección contraria a la mía, más es mi agradecimiento. No deja de sorprenderme como Dios sigue poniendo ángeles en mi camino, lo que me hace sentir que voy por el camino correcto. 

 

Muchos caminos, grandes personajes

12 de Abril del 2015

 

Después de pasar Waveland,Mississipi donde pasé el fin de semana en el Parque Estatal Bucaneer, proseguí bordeando la costa, más o menos a la altura de Bay St. Louis alcancé a este personaje que también había pasado la noche en Parque Bucaneer, su nombre Bernie Buffon, el lleva 15,000 km. recorridos por la Unión Américana, recaudando fondos para los niños con cáncer del Hospital St. Jude en Atlanta, Ga. El señor no recibe dinero en efectivo en vez de eso pide que manden sus donaciones directamente al hospital. Inmediatamente que nos presentamos hicimos conexión, empezamos a pedalear juntos y cuando le platiqué de mi proyecto me aseguró que haría el trayecto a Nueva York conmigo, yo estuve de acuerdo, sin embargo por ser un señor de 63 años no pude dejar de preguntarle que kilometraje promediaba por día o por semana, a lo que me contestó que llevaba 10 meses pedalenado, por lo que no tenía problema en seguir mi ritmo.

Bueno, eso se convirtió en una jornada de cuatro o cinco días compartiendo el viaje con mi nuevo amigo, quien desde el primer día me marcó un ritmo completamente diferente. A mi me gusta salir y saber cual es mi siguiente destino, por lo menos para saber cual será mi posible  lugar para dormir y el viaja completamente espontáneo, como a la deriva...más bien como vagabundo en bicicleta. Desde que vió mi equipo y bicicleta me hizo el comentario de que yo viajaba "en primera clase", que mi bici era como un Ferrari frente a su Modelo T...sin embargo y como todo mundo él también tiene fortalezas de las que aprendí bastante. Le admiré su capacidad de hablarle a la gente y socializar, al lugar que fueramos no le costaba ningun esfuerzo sentarse a la mesa con un completo desconocido, fuera hombre o mujer, grupo de amigos o familias enteras!!! 

La primera noche que nos "alcanzó" en la carretera,  practicamente nos dio la media noche, pues por seguirle el ritmo no llegué a mi destino programado y después de las 12:00 le dije que había visto un letrero de un sitio de acampada y nos dirigimos hacia allá sin encontrar nada; lo que encontramos fue la oficina del sheriff del pueblo y Bernie sin pensarlo se acercó y le preguntó a los polícias si conocían el sitio para acampar a lo que respondieron que no, el les preguntó si podíamos acampar afuera de su edificio y ellos aceptaron.

Transcurrieron los días y así recorrimos juntos las porciones de los estados de Mississippi, Alabama y una parte de Florida, me tuve que despedir de el porque estaba frenando mucho mi paso, sin embargo durante el trayecto que recorrimos le aprendí mucho a este señor a quien bautice como "El Quijote Americano" por sus excentricidades y ocurrencias.

Inmediatamente después de dejar a Bernie atrás, retomé mi ritmo, mi programa, mi viaje.

Mi siguiente anfitrión me esperaba en Santa Rosa Beach, Florida; sin embargo esa noche me tomó por sorpesa la lluvia en la carretera, como ya estaba oscuro y empezaron a caer rayos me detuve en una tienda de conveniencia algo retirada de la carretera que al parecer ya estaba cerrada desde hace mucho tiempo, como abandonada. Esperé en el techo de esta tienda a que la lluvia se detuviera, pero ya eran las diez de la noche y la lluvia no cedía...decidí hacer el intento de abrir  la puerta y para mi sorpresa estaba abierta, como ya era noche y estaba lloviendo pensé en pasar la noche ahí, claro que no toqué nada y sólo pusé mi colchoneta y me dormí.

Al día siguiente tomé la carretera que me llevaría a mi anfitrión en Santa Rosa y como ya me había pasado en ocasiones anteriores; los 67 km que mostraba el mapa se convirtieron en 85 por lo que llegué un poco tarde a mi cita, sorpresivamente resultó ser una residencia en la playa, mi anfitrión me recibió efusivamente e inmediatamente me instaló, me pude dar una ducha en lo que él preparaba la cena, ni más ni menos que un buffet para escoger; ensalada, pasta, carne, empanadas y hasta postre de calabaza que se acostumbra por áca en la cena de Acción de Gracias. Mi anfitrión tiene una plática muy entretenida, la cual  me costó un poco seguirle el paso, al día siguiente me acompañó por dos horas en las que me mostró algunos lugares muy bonitos del área y hasta me llevó por un recorrido a un parque de reserva natural, que me dejó boquiabierto de tan magníficos paisajes, finalmente me invitó una cerveza, no sin antes retacarme de provisiones para el camino, mucha comida, como para dos o tres días. Le agradecí mucho sus atenciones y nos despedimos.

Mi moraleja de esta semana es que en mi viaje ha sido tan contrastante como las personalidades de la gente que conzco o los lugares en los que me he quedado; por un lado Bernie que me detuvo mi ritmo con toda su parsimonia y espontaneidad y por otro lado Jeff , mi anfitrión en Santa Rosa, que me costó seguirle el ritmo en todos los sentidos.

Por otro lado los lugares en que me he quedado: En una estación de policia, en una tienda abandonada como un vagabundo y en una residencia en la playa...quien lo hubiera imaginado. Sólo Dios sabe que más me depara mi camino.

Sigo en Florida

14 de Abril del 2015

 

Ayer por la tarde, después de un recorrido de 86 km., llegué con mi anfitrión en Blountstown, Fl. Un señor de 71 años retirado de la NAVY de Estados Unidos, muy simpático y quien me invtió a cenar a un restaurante de comida mexicana, puede darme cuenta que el señor es conocido y muy respetado. El señor Blair tiene una casa rodante  con todas la comodidades como a 15 km del centro del pueblo, fue el sitio perfecto para recuperar energías y organizarme, aprovechó el tiempo para hacer algunas compras, ponerme al día con mi diario y revisar mis  asuntos, disfruto mucho mi estadía en este lugar, alejado de la ciudad, en medio del bosque, muy privado. 

Si todo va bien parto hacia Tallahasee, Fl., donde me recibirá una persona que conocí  en la carretera y que me vió pedalenado bajo la lluvia y se detuvo a platicar, me dijo que años atrás el también hizo un recorrido en bicicleta. Me invito a quedarme en su casa...un ángel más en el camino. 

 

 

 

 

 

Contrastes

17 de Abril del 2015

 

Los días han estado lluviosos, el pedaleo en carretera ha resultado menos pesado de lo que había imaginado pesé a la lluvia, tal vez porque uno acaba por acostumbrarse a estos niveles de húmedad, un 95% o más, las lluvias pueden ser ligeras o intensas por períodos cortos.

Más contrastes en mi trayecto, desde lugares donde pasar la noche hasta gente que pasa por momentos felices en sus vidas o muy drámaticos.

Tal fue el caso de Gene, la persona que se detuvo amablemente en la carretera para preguntarme si tenía lugar en donde quedarme en Tallahassee, FL. Me recibió al día siguiente y cuando llegué a su casa de inmediato noté un ambiente cargado de depresión, en cuanto rompimos el hielo Gene me platicó que su hijo había fallecido unos años atrás en un accidente en la carretera, donde un conductor imprudente lo arrolló mientra su hijo viajaba en bicicleta...Por la manera que me platicó y las condiciones en las que vive resulta obvio que no lo ha superado, lo único que pude decirle fue que Dios y el tiempo sanan esas heridas eventualmente, que tratará de continuar y no "estancarse" en su depresión. Al día siguiente y aprovechando una "ventana" sin lluvia en el tiempo, recogí mi equipo para continuar rumbo al noreste hacia Savannah, GA., pasando por Monticello, FL y Valdosta, GA.

Llegando a Monticello, con muy poca lluvia en el camino y un recorrido fácil de 57 km, decidí recorrer el pueblo para preguntar donde podía pasar la noche, algo que aprendí de Bernie "talk to the people" me decía...en el centro del pueblo había un evento con carpas, limonada y pastel y enseguida una señora quien se llamaba Katrine, muy amable, me invitó a que me acercará para tomar un poco de limonada y pastel, a lo que por supuesto accedí "con singular alegría". Empecé a platicar con ella y me comentó que estaba en un evento de la cámara de comercio local y ella era la Presidenta. Le platiqué de mi viaje y de inmediato me preguntó si tenía donde quedarme, le comenté que no y empezó a hacer llamadas, me dijo que había un matrimonio que recibía ciclistas viajeros y que posiblemente podía quedarme con ellos, hablo con ellos y dijeron que podían alojarme sin problema lo que me hizo pensar lo afortunado que soy. Unos minutos atrás pensaba seguir pedaleando hasta que se hiciera de noche y ver en donde acampaba y de pronto ya tenía alojamiento, limonada y pastel.... y no sólo eso Katrine me organizo en ese momento una entrevista con el periódico local!!!!!  La reportera me tomó fotos y me hizo las preguntas de rigor y por si fuera poco, apareció mi anfitrión espontáneo con su camioneta, listo para subir mi bici,  equipo y llevarme a su casa. 

Cuando iba pensando que no podía tener mejor suerte, llegamos a su "casa" una finca de 12 acres con varias construcciones, entre ellas "un cottage para húespedes" que es una villita para mi solito!!!! frente a un lago de la propiedad, me pellizque mi brazo...

Después de instalarme y de que me mostraran la villa me dijeron que la cena estaría lista a las 7:00 para que fuera a la "casa grande" a esa hora....me sentí "raro" con tanta hospitalidad.

Cenamos y platicamos muy agusto, a diferencia de lo que pudiera pensarse, mis anfitriones resultaron muy simpáticos, sencillos, humildes y muy alegres, cultos e interesantes. Retirados y viviendo una vida tranquila.

El es bombero voluntario y abogado retirado, le dije que yo también era bombero voluntario y desde ahí como que nos caímos muy bien...bueno por lo menos eso pienso yo.

Mañana continuo hacia Savannah, me va a resultar difícil dejar atrás este paraíso, para este humilde viajero en bicicleta, pero sobre todo la calidad humana de mis anfitriones.

Espero que el clima mejore, al parecer así va a ser y si no, pues no importa, hay que continuar moviéndome.

 

 

 

 


 

NO TODO ES MIEL SOBRE HOJUELAS

24 DE ABRIL DEL 2015

 

Debido a un desperfecto de mi computadora de viaje, la cual se averió por tanta húmedad  a pesar de estar diseñada para soportar la lluvia, he perdido el registro de los kilómetros recorridos, pero si mal no recuerdo el último registro que ví en el tablero fue de 2,750 km., antes de llegar a Vidalia, GA. y como estoy a 151 km de ahí pues la suma da 2,901 km, ya próximo a completar los 3,000 kms.

Y para continuar el relato de mi recorrido, después de despedirme de mis generosos anfitriones en Monticello, FL., vuelvo a la carretera, y en cada despedida cuando me veo nuevamente sólo, caigo en la cuenta y me digo: "Bueno Julián, estás por tu cuenta otra vez". Es un sentimiento extraño, vulnerable pero al mismo tiempo con el mundo frente a mí como diciéndome: "Ven, yo te llevo, tengo tantas cosas que mostrarte y nada ha de pasarte"

Y el contacto con la gente, con la tierra, conmigo mismo, con Dios....no me queda remedio que volverme más sensible, más atento del entorno y de todo lo que pasa desapercibido en un mundo de prisas y fechas límites.

Sin duda esta experiencia cambiará mi escencia y si la puedo compartir con mis seres queridos sería como "la cereza del pastel" de este proyecto, de una u otra manera lo vamos a hacer juntos, de eso estoy seguro.

Volviendo a la carretera, mi siguiente destino: Valdosta, ya en el estado de Georgia. Sin anfitrión esperándome y por ser ciudad pequeña decido continuar a Lakeland donde acampo al lado del lago en el terreno de una casa donde me permitieron poner mi tienda. Con tanta lluvia y por estar casi flotando en el lago, la húmedad pasa a otro nivel, completamente todo el equipo se humedece, la tienda, la bolsa de dormir, la ropa y además  el cuerpo permanece empapado como cuando terminas una intensa jornada de ejercicio....Esta es la parte que más trabajo me ha costado superar, de venir  de mi baño diario a estas condiciones es duro, pero el cansancio también juega su papel y es el que me permite dormir "como si nada" y recuperarme para mi recorrido del día siguiente. Levantar el campamento me toma alrededor de 45 minutos y cuando leí a Salva Rodríguez diciendo que los cicloviajeros somos personas bastante hacendosas, ahora entiendo a que se refería. La bicicleta y el equipo pasa ser nuestra "casa rodante" y hay que mantenerla en perfecto estado, en todos los sentidos, de otra manera simplemente deja de rodar. Por eso la importancia de los aspectos mecánicos, de higiene, limpieza, descanso, alimentación, planeación, comunicación, ejercicio, etc, etc...

De Lakeland me dirigí hacia mi siguiente anfitrión, Mac Jordan en Vidalia, GA., quien me permitió reponerme y tomarme un día libre en su casa, ya que me hacía falta. Mac me recibió en la carretera en su bicicleta especial para enseñarme el camino a su casa, de ahí en adelante mi anfitrión me ofreció todo lo que un cicloviajero puede tener y más, excelente estadía con Mac, gran persona, gran ser humano.

Y está es la parte que más me ha gustado entre muchas otras; el conocer personas como Mac, que te brindan no sólo el apoyo material, sino también humano y espiritual.

Vuelvo a la carretera, vuelvo al modo "por mi cuenta" y esta vez como a propósito después de mis buenos kilometrajes de días anteriores y recorridos con relativa facilidad, esta vez se conjugaron varios aspectos en mi contra; cuatro ponchaduras!!!!! cuando en todo mi viaje había tenido sólo tres; esta vez cuatro en un sólo día. A eso se sumo el viento en contra, que por haber cambiado mi dirección al norte, esta vez el viento no me "empujaba" como en días anteriores, sino que me "frenaba" y en vez de esos 140 kms., relativamente sencillos, sólo recorrí 65 km.... y con mucho esfuerzo, porque además las condiciones de la carretera no eran las mejores, ya que presentaban grietas en todo el camino, que si bien en coche no se sienten, en bicicleta si que se sienten, esto tuvo mucho que ver para que la "Prieta" sufrierá tantas ponchaduras. Intenté llegar a un Parque Estatal, sin embargo ya eran las 9:00 de la noche y me faltaban más de tres horas de camino,  por lo que decidí detenerme en un parque para casa móviles en la que me permitieron acampar, claro pagando una cuota de 25 dólares.

No lo pensé mucho, después de todo, el día ya había resultado bastante pesado, creo que me merecía este descanso!!!!

 

 

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